Por Luis Sagüés

Nadie ni los más optimistas simpatizantes de Milei imaginaban que obtendría un éxito electoral tan contundente. El pueblo argentino cansado del engaño permanente del kirchnerismo que lo ha llevado casi a la quiebra, decidió dar un total respaldo al excéntrico gobierno de Milei.

Argentina, el único país sudamericano que consiguió en los años 30 del siglo pasado la condición de país desarrollado, llegó a tener hoy una situación de las clases más vulnerables (la gran mayoría) parecida a la que viven hoy los cubanos. En los años 40, 50 y 60 del siglo pasado, la gente comía carne de vacuno todos los días y en abundancia. Impresionaba llegar a Mendoza un fin de semana y percibir en el ambiente de la ciudad un generalizado olor a asado parrillero. Hoy gracias a los gobiernos populistas de izquierda, eso es sueño del pasado. Se ha visto a multitudes asaltar y saquera camiones distribuidores de carne.

Javier Milei ha motivado al pueblo argentino, a cambiar drásticamente esta marginalidad económica, que vive la nación vecina. Ofreciendo un programa de una economía libre emprendedora, que exige corregir drásticamente las tremendas deficiencias generadoras de pobreza. Lo llamativo de este cambio, es que los argentinos saben y lo están padeciendo, que este nuevo modelo, exige fuertes restricciones. Llamadas comúnmente, un doloroso apretón del cinturón. Pero confían y este respaldo dado en la última elección del domingo lo ratifica, en que este esfuerzo, administrado por un gobierno competente y serio, generará a relativo plazo, una mejoría, que les permitirá a todos, un disfrute sano, como el de antaño. Hasta el momento los logros conseguidos son muy importantes. Una efectiva disminución de la inflación de 300% a 30% anual. Una corrección de las cuentas pública, aplaudida por organismos competentes en estas materias, como el Fondo Monetario Internacional. Una credibilidad en el cumplimiento de la cuantiosa deuda heredada de los nefastos gobiernos anteriores. Lo cual pavimenta el camino para obtener préstamos internacionales, como el ya acordado por el presidente norteamericano Donald Trump. Esto permite al gobierno de Milei, mirar el porvenir en forma más tranquila. Todo lo anterior lleva a concluir que volverán los capitales a fluir a la nación hermana y la prosperidad y el desarrollo económico, rendirá considerables frutos.

Todavía es necesario sostener el esfuerzo, para salir adelante con el nuevo modelo establecido por este mandatario. El camino recién comienza, pero la Argentina -uno de los países más bien dotados de América morena- tiene experiencia riquezas naturales y base humana, para alzarse al pedestal que tuvo en el comienzo del siglo XX.
Pero aún hoy este gran país, tiene la sombra tenebrosa del populismo que comenzó con Juan Domingo Perón y que llevaron al extremo los gobiernos de Kirchner y sus sucesores.

La tremenda oposición al mandatario argentino, hará los mayores esfuerzos para impedir el éxito de su administración. Pero la elección última permite confiar en que la nación ha despertado del letargo y atraso peronista, y observado con valentía lo que el nuevo proyecto ofrece, y respalda mayoritariamente a su presidente. Que la divina Providencia ayude al actual gobernante argentino, porque su ejemplo puede a su vez tener un importante efecto en nuestras elecciones próximas. Y en el conjunto del continente americano.