Es muy impresionante ver la multitudinaria adhesión que tiene el desfile de las FF. AA y de orden con motivo de la celebración de sus Glorias. Emociona ver, como familias enteraras recorren las calles de Santiago, siguiendo a sus hijos conscriptos, que marchan con gallardía hacia la elipse del parque Cousiño hoy O´Higgins. Para conmemorar el día de la fama y honor, de su ejército. Este sentimiento intenso, se fundamenta en una historia de innumerables episodios en que nuestras FFAA han contribuido a resolver dramáticos momentos de nuestra historia.

Originalmente el Ejercito de nuestra patria, se forma por la unión de los cuerpos armados que se crean desde la conquista y la colonia. Ellos integran a pesar de las diferencias políticas (monarquistas y patriotas) con ejemplar continuidad, el proceso histórico de Chile. Inmediatamente después de la independencia, las dos facciones de soldados realistas y patriotas, se unen para integrase en una misma causa de progreso. Es valioso destacar que, durante la independencia los cuerpos armados estaban integrados mayoritariamente por criollos con excepción de un pequeño, pero destacado número de oficiales de origen peninsular. La genialidad de O´Higgins, a pocos días del triunfo de Maipo, crea la Academia militar. La que deviene en la Escuela Militar, y con ella, hecha las bases fundamentales del Ejército chileno. "Para ser Oficial de Ejército no se exigen más pruebas de nobleza, que las verdaderas que forman el mérito, la virtud y el patriotismo" -y agregó el Libertador- con palabras premonitorias “En esta academia Militar, se basa el porvenir del Ejército y sobre este Ejército, la Grandeza de Chile”.

Innumerables episodios adornan la triunfante epopeya del ejército y marina. Con éxitos y derrotas, pero con el sello inalterable “de vencer o morir”.
Todos los episodios gloriosos de la patria vieja, Chacabuco, unidos a los de la nueva, Maipo. Y luego las guerras contra la confederación Perú Boliviana, Yungay. Y la mayor de ellas, la del Pacífico, son coronadas de grandeza. El combate naval de Iquique, toma del morro de Arica, Chorrillos y Miraflores.

La Concepción una derrota, pero con el sello del ejército “O vivir con honor o morir con gloria”. Ignacio Carrera Pinto, Luis Cruz Martines, Arturo Pérez Canto y Julio Montt Salamanca. Y los 77 chacabucos, vencedores o muertos, jamás rendidos. El más poderoso efecto disuasivo que puede mostrar un cuerpo armado.
Los últimos acontecimientos en que las FF. AA y de Orden, tuvieron crucial participación fue, el Once de septiembre 1973. Es apresurado e inconveniente para la unidad nacional juzgar. Pero la historia, cuando la objetividad de los acontecimientos lo permita, estoy seguro sabrá aquilatar y ponderar.

Nuestras FF. AA y de Orden una vez más, sobreponiéndose a todas las circunstancias políticas, actuaron de tal manera, que Chile hoy es un ejemplo de progreso, libertad, y democracia.

Imagen: Memoria Chilena