Por Luis Sagüés Garay
Es muy poco confiable el interés del gobierno de Boric, por terminar con la violencia inusitada, que ha diezmado a la región de la Araucanía desde 1993. Una comisión designada por él,(8 integrantes) ha emitido un extenso y acabado informe sobre las causas de este problema y su posible solución. Este trabajo concluye con 21 recomendaciones para resolver este ya tortuoso incordio. El informe indica en su diagnóstico, que el pueblo mapuche vive en una condición en general más desmedrada que el promedio de sus congéneres que habitan el resto del territorio, y da cifras. Los Lagos y Bio Bio, tienen una pobreza levemente superior al promedio nacional y Los Ríos levemente inferior a este promedio, mientras la Araucanía si, tiene un índice de pobreza 5 puntos superiores al nacional (6.5%). El estudio entrega valores importantes para formarse una opinión, sobre la realidad del estado en que viven las personas de estas regiones. Pero que a mi juicio no muestran una realidad muy diferente a la del resto del país. Después de este pormenorizado trabajo, de la realidad de las regiones anteriormente incluidas. Podemos concluir que: están habitadas, por chilenos mayoritariamente de origen mapuche, pero que se sienten tan chilenos como los habitantes del resto del territorio. Es decir, no manifiestan ningún interés por dejar de ser chilenos y muy por el contrario a menudo expresan claramente que están orgullosos de formar parte de las instituciones emblemáticas del sentimiento patrio, como son las FF.AA y Carabineros. Todos ellos son gente pacífica, de trabajo, dedicados al cultivo y labranza de la tierra.
Esta comisión concluye después de aproximadamente dos años de entrevistas, deliberaciones, visitas a terreno, y conocimiento de distintos estudios sobre esta materia, que, la solución del “problema “se resuelve aplicando 21 consejos, incluyendo, el costo monetario -para todos los chilenos - expresado en dólares norteamericanos actuales, lo que esta receta implica.
La principal recomendación que da la Comisión, es la compra y entrega de tierras a las comunidades mapuches, existentes o por formarse, conforme a la ley indígena promulgada el año 1993 por el presidente Aylwin. Esto significa, adquirir por parte del Estado (nuestros impuestos) 377.000 Há con un valor de mercado, por USD$ 4.000 millones.
Otro de los muchos aspectos comentables de este Informe, es que, las tierras compradas por el resto de los chilenos, serían entregadas a las comunidades indígenas, en un sistema de propiedad colectiva, a través de Mercedes de tierra. Esta tenencia de tierras se utilizó cuando los pobladores de estas zonas, eran nómades, es decir, transitaban entre Chile y Argentina. De tal modo, que nunca permanecían estables por más de algunos meses en estos terrenos. Hoy el sistema de propiedad colectiva, está desechado por inoperante y contrario a la naturaleza del ser humano civilizado. En los distintos países que se ha usado, ha sido un fracaso total. Los Kibutz israelitas han desaparecido, las granjas colectivas de la unión soviética, Koljoz, se desecharon por anti productivas, y en el gobierno militar chileno, los habitantes de estas comunidades mapuches, pidieron que se entregara la propiedad de la tierra, en parcelas individuales. Ellos tenían la ancestral experiencia, que este sistema de propiedad colectiva – para pueblos sedentarios- es absolutamente impracticable.
Lo curioso entre muchas otras cosas, es que, en ninguna parte del Informe final de” la comisión Presidencial para la PAZ y el entendimiento”, se dice una sola palabra, sobre el móvil que se supone motivó al presidente formar esta comisión. Que es, la violencia terrorista que hace cada ves más inhabitable este territorio de nuestro país. Sus pobladores, claman por que alguien ponga fin a las bandas que asolan esta parte de Chile y permitan que sus sacrificados habitantes, vivan todos, una estadía digna y segura.
Aquí no hay una guerra declarada como para que una comisión intervenga para alcanzar la paz, entre el Estado de Chile y el “pueblo Mapuche”. Lo que existe son, seis organizaciones violentistas, financiadas del extranjero, cuyos integrantes no representan a los habitantes de estas regiones. Estos están formados por un grupo pequeño de personas, gran parte de los cuales, son migrantes ilegales, adiestrados en Colombia. Que asolan, depredan, incendian, matan, y roban los bienes y la vida, de los habitantes de esta Mega zona Araucana. Ellos ya han declarado que no respetarán ningún acuerdo ni programa de desarrollo, de hecho, ya han vuelto a cometer nuevos atentados. Lo que persiguen, es un Estado autónomo (“Wualmapu”) dentro del Estado chileno. Dirigido por ellos, con una dictadura del proletariado. Es lo que han dicho sus activistas, que nunca han representado al pueblo Mapuche. Mientras no se resuelva este mega problema, jamás habrá Paz en la Araucanía. Y lo que haría esta ”solución” de Mercedes de tierra, solo lo agudizaría.