A tres años de su diagnóstico, el humorista sigue sobre los escenarios y en actividades solidarias, convencido de que su testimonio puede marcar la diferencia para miles de personas.

Con más de tres décadas arriba de los escenarios, el humorista Memo Bunke está acostumbrado a hacer reír al público. Sin embargo, desde hace tres años convive con un diagnóstico que le cambió la vida: Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI), una enfermedad crónica y progresiva que no tiene cura y que sigue siendo poco conocida en Chile.

Lejos de ocultarlo, Guillermo, nombre real de Memo, decidió hablar abiertamente de su experiencia para visibilizar no solo los desafíos médicos, sino también el impacto emocional y social que implica.

“Cuando me diagnosticaron, no entendía lo que significaba. Fue mi señora la que se puso a llorar porque sabía lo que venía. Con el tiempo aprendí que esta es una enfermedad que avanza y que tarde o temprano, me va a limitar mucho más”, confiesa el humorista.

El escenario como refugio y el humor como terapia

Aunque su enfermedad avanza de manera silenciosa, Memo sigue encontrando en los escenarios un espacio de libertad.

“Cuando actúo, se me olvida todo lo demás. Incluso uso el humor para hablar de mi enfermedad, porque creo que ayuda a que la gente entienda lo duro que es enfrentar algo que no está cubierto completamente por el sistema de salud”, comenta.

Su esposa, Paola Torres, ha sido un pilar en este camino. “Esto es una prueba de amor. El tema físico pasa a segundo plano y lo que queda es lo emocional”, dice. “Uno se da cuenta de que es un amor real, que va a durar para siempre, pero también es muy difícil. Muchas veces la gente desaparece después de los primeros meses y nos quedamos solos en este proceso”.

Para Memo, esa soledad refleja una realidad que afecta a muchas familias. “No solo tienes que cuidar al enfermo, sino también a los cuidadores. Son ellos los que cargan con un peso enorme, muchas veces en silencio. El acompañamiento, la compañía y la empatía son tan importantes como el tratamiento médico”, declara.

La mirada médica: una enfermedad poco visible

El doctor Matías Florenzano, especialista en enfermedades respiratorias, subraya la dificultad del diagnóstico.

“La fibrosis pulmonar idiopática es de difícil detección porque sus síntomas iniciales, la tos seca, estar fatigado y que te falte el aire, suelen confundirse con otras enfermedades. La educación de los médicos y los pacientes es clave para poder reconocerla temprano y mejorar el pronóstico”, comenta el especialista.

En Chile, según datos manejados por Fundación Aire, se estima que hay entre 1.400 y 8.400 personas vivirían con la enfermedad, aunque el número real podría ser mayor debido a la falta de estudios y diagnósticos en la región.

Visibilizar para acompañar

Durante septiembre, Fundación Aire de la mano de Boehringer Ingelheim impulsa un mes dedicado a sensibilizar sobre la fibrosis pulmonar idiopática, promoviendo la detección temprana y ofreciendo apoyo tanto a pacientes como a sus familias. En este marco, Memo Bunke ha participado en algunas de las iniciativas, aportando con su experiencia personal para visibilizar la enfermedad y acompañar a quienes la enfrentan.

“Prefiero vivir bien el tiempo que me toque, seguir ayudando y riendo. La risa, el amor y la compañía también sanan, y son lo que me mantiene de pie cada día”, afirma el humorista, quien con más de treinta años de experiencia en los escenarios, ha aprendido que compartir su testimonio puede marcar la diferencia para otros pacientes y cuidadores.