La Comisión de Trabajo del Senado está evaluando cambios en la Pensión Garantizada Universal (PGU) como parte de una reforma más amplia del sistema de pensiones en Chile. Esta reforma busca aumentar el aporte previsional del 10% al 16% y reducir las diferencias entre las pensiones de hombres y mujeres.

El proyecto del Gobierno propone aumentar la PGU a $250.000, beneficiando también a quienes reciben pensiones de leyes reparatorias como Rettig, Valech y exonerados políticos. Actualmente, la PGU es de $214.296. No obstante, se espera que el monto suba a $224.004 en febrero de 2025 debido al ajuste por el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Si la reforma se aprueba, se mantendría el apoyo a los pensionados del 90% de los hogares más pobres. Inicialmente, la PGU se reajustaría solo por el IPC durante cinco años. Después, el Consejo Consultivo Previsional y el Consejo Fiscal Autónomo evaluarían futuros ajustes, considerando su impacto económico.

El costo adicional para el Estado se cubriría con recursos de la Ley de Cumplimiento Tributario. La inclusión de beneficiarios de leyes reparatorias sería gradual: en los primeros seis meses comenzaría con aquellos de 82 años o más, extendiéndose a personas de 75 años o más al año siguiente, y finalmente a aquellos de 65 años o más a los 24 meses.

También se ajustarían las ayudas para invalidez y discapacidad mental con el nuevo valor de la PGU.
En resumen, aunque la reforma de pensiones aún debe pasar varios trámites legislativos, de ser aprobada, podría aumentar significativamente el apoyo financiero a muchas personas mayores en Chile.