Recopilación de Juan Pablo Morales Farfán
Esta es la historia de una pequeña laguna, ubicada entre Las Mercedes y Chorombo, lleva por nombre “Humedal o Pantano Ayala”, y tiene un espeluznante pasado.
En el año de 1868 la hacienda Las Mercedes de María Pinto, alcanzó connotación nacional cuando se realizó una acusación constitucional en contra de la Corte Suprema, la que presidía el Ex Presidente de Chile, Manuel Montt. La Hacienda que, en la época colonial era conocida como “Hacienda Soloaga”, iba a ser donde dos Presidentes de la nación, Montt y Balmaceda y su socio Domingo Matte, dejarían historia al unirse para construir el famoso “Canal Las Mercedes”.
En esos años Don Manuel puso a cargo de su hacienda a su sobrino Fermín Silva Montt, quien además tenía el cargo de Inspector de Distrito. Como encargado de la hacienda y en su calidad de Inspector puso en sus tierras la conocida “Ley Seca” o sea, se prohibía beber cualquier tipo de alcohol. Un día se enteró que los peones desobedecían su orden y habían traído vino a la hacienda desde Melipilla. El Inspector Silva Montt fue al lugar y ordenó romper las vasijas y “chuicos”. Uno de los inquilinos, Martín Ayala, molesto con lo que pasaba, tomó una piedra y se la arrojó al patrón. La historia cuenta que, ante tan grave insolencia, Fermín Silva Montt, desde su caballo le asestó un “rebencazo” a Ayala, quien al caer golpeó su cabeza contra el suelo y producto de este golpe falleció al día siguiente. De hecho, Fermín Silva Montt fue acusado ante la justicia local y llegó a ser procesado. El inculpado alegó que todo había sido en defensa propia, porque su vida había corrido peligro con la pedrada lanzada por el “gañán”. El tío del acusado, el Presidente Manuel Montt, viajó raudo a Melipilla para salir en defensa de su sobrino. Ante estos hechos, una comisión de la Cámara de Diputados también acudió a Melipilla y luego de investigar lo ocurrido, llegaron a la conclusión que existiría presión indebida en las autoridades judiciales, acusando a la Corte Suprema de haber influido frente a la justicia local y se acusó constitucionalmente a Manuel Montt de “notable abandono de deberes”. La comisión investigadora fue enfática en decir que Manuel Montt había abusado de su cargo, tratando de influir ante el Juez de Melipilla para absolver a su sobrino, acusado de Homicidio. En el Congreso ardió Troya y los notables lanzaron encendidas arengas apoyando y denostando a don Manuel Montt. La Cámara Baja encontró culpable a Manuel Montt, pero finalmente fue el Senado quien dirimió todo el entrevero, “absolviéndolo de toda culpa”.
Los acontecimientos de 1868, ocuparon la atención de todo Chile y el nombre del gañán de campo, Martín Ayala, sonó junto a los nombres más importantes de la época. Un hombre de campo, humilde, y de cuya muerte destruyó la reputación del Presidente Manuel Montt. Es por ello que el lugar de este altercado quedó con el nombre de “Laguna Ayala”.
Extraído de “Mini relatos históricos” de Román Campos.